sábado, 31 de diciembre de 2011

jueves, 29 de diciembre de 2011

Si me odias, dimelo



Me detestas, dimelo
Me desprecias, dimelo

Follow me into nowhere

Estos ultimos días estuve pensando mucho en que podríamos vernos alguna vez. No, no para nada en particular, sólo vernos, y charlar. Que me cuentes cómo te fue en todo este tiempo. Qué estuviste haciendo de tu vida. Si realizaste alguno de esos proyectos que con tanto entusiasmo me contabas mientras yo me iba quedando dormido...
Cómo pasaste la Navidad, cómo empezaste el nuevo año. Qué es lo más te obsesiona ahora, qué nuevo disco estuviste escuchando, qué nuevas dorgas estuviste probando. Prometo no espantarme cómo solía hacerlo.
Podemos juntarnos en cualquier parque y quedarnos debajo de algún árbol y fumar juntos un cigarrillo. No, no aprendí a fumar, pero puedo hacer como que sé y que te rías cuando el humo se me vaya para cualquier lado. Podemos tomarnos una birra, como si fuesemos adolescentes, del pico. Y reírnos de la gente que pasa, viendo lo rídiculos que son y pretender por un rato que no somos como ellos. Me encantaría escuchar tu risa una vez más.
Que me cuentes quién te rompe la cabeza ahora, y yo aparentar interés y sonreír cordialmente, y después mentirte y contarte que tengo un amante acá y otro allá, como cualquier otro haría en mí lugar.
Y cuando esté oscureciendo y sepamos que llega la hora de despedirse no lo hagamos de una forma tan aparatosa. Sólo "CHAU", como lo harían dos personas que van a volver a verse, aunque los dos sepamos que no va a ser así.
Si te gusta la idea, vos sabés dónde encontrarme. Si no lo recordás, lo vas a recordar cuando sea el momento. Yo también lo voy a hacer.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

¿Historia de amor? ¿o sólo amistad?


Nunca lo sabremos...

Salud mental


En una ocasión vi a una psiquiatra. No fue algo tan malo. Creo que toda mi vida tuve la-¿ridícula?- idea de que, si ves a un/a psiquiatra es porque estás loco -loco, ¿qué significa esa palabra a estas alturas ya?- y necesitás que te internen o te encierren o te den unas pastillas para controlar tus alucinaciones o callar las voces que están en tu cabeza y que no te dejan dormir.
Bueno, creo que en mi caso hubo un poco de eso. No es que escuchase voces, no. No podía dormir por pensar mil cosas que no tenían ningún sentido. Fin del mundo, apocalipsis, él, mi vida actual, él, mi falta de motivación para empezar cualquier cosa, él, él y él.
Siempre creí que había algo ahí adentro que quizá podía estar funcionando mal. Llegué a pensar en cosas como esquizofrenia, paranoia, o incluso bipolaridad, patologías que están en boca todo el mundo y que todos creen saber de qué se tratan, pero que abarcan tantas cosas distintas para cada caso en particular que es casi imposible definir concretamente cada una.
Pero mi cabeza no me dejaba en paz. Había algo molestando y molestando, todas las veces que me iba a la cama ahí estaba. Sabía que era su momento del día, la cama era mi trampa.
Como ya lo había hecho en una oportunidad, solicité una entrevista en un hospital público. Me dijeron que no me podía atender un psiquiatra, pero si una terapeuta. Me entrevistaron dos chicas-no mayores que yo supongo- haciendo las mismas preguntas que ya me habían hecho en aquella ocasión.

¿Por qué venís? ¿Qué sentías? ¿Tuviste alguna idea de suicidio alguna vez? ¿Por qué terminaste con él?

A pesar de que sé que no hay preguntas correctas o incorrectas, de pronto tenía miedo de responder algo mal. Las observaba atentamente, observaba sus reacciones mientras respondía sus preguntas, miraba sus gestos al escribir en la planilla- ¿o era una simple hoja en blanco?-y me observaba a mí mismo en el vidrio espejado que había detrás de ellas mientras hablaba. De pronto imaginaba que estaba en una especie de Cámara Gesell y que otras personas del otro lado del vidrio analizaban todo lo que yo decía y hacía. Pero era sólo una fantasía mía, a quién más que a esas dos pobres mujeres les iba a interesar lo que yo hablaba.
Una semana después tuve mi terapeuta asignada. Otra vez más en el diván.
Claro, no había ningún diván en lo absoluto. Sólo dos pupitres escolares en un pequeño cubículo en el que apenas podíamos acomodarnos. Ahí, soltaba la retahíla de asuntos por los cuales estaba ahí una vez más y qué era lo que tanto me acongojaba y no me dejaba descansar.
Al ver que la terapia sola no bastaba, por fin, mi terapeuta sugirió la idea de hacer una interconsulta con una psiquiatra. Después de mucho tiempo iba a tener la opinión de una especialista en la materia, que me iba a responder esa pregunta que en muchas oportunidades me había hecho: ¿ESTOY LOCO?
Tenía en vista a muchas de las psiquiatras del área de Psicopatología del hospital, pero nunca le había prestado atención a la que me toco a mí. Resultó ser que ella era una de las que me había hecho la entrevista inicial- mi cabeza quizá estaba en mi reflejo en el vidrio espejado- así que ya sabía algo de mí. Comenzamos a hablar, de la manera más natural. Ella era una chica joven, probablemente uno o dos años menos que yo, tal vez no lo que se espera de una "doctora de locos". Su guardapolvos abierto, unas zapatillas Converse muy viejas, el pelo apenas recogido.
Le conté que era lo que me pasaba, que tenía el sueño invertido, qué cosas eran las que más me angustiaban...mi duda sobre si tenía alguna patología en esa cabeza llena de neurosis. También, en mi mente cabía la posibilidad de que me medicaran, ya que la terapeuta también lo había mencionado.
Ella escuchó atentamente, preguntando cuando creía oportuno. Al final, decidió que quería verme una vez más antes de tomar cualquier decisión.
A la semana, volvimos a vernos. Volví a exponer mis dolencias y mis pesares. Temía que esta vez iban a medicarme para que pudiera conciliar el sueño, el tan preciado sueño que no podía alcanzar y que también iba a ponerle fin a mi eterna cuestión. Al fin pensó un momento y dijo: "No creo que necesites ninguna medicación" y, con respecto a lo que yo esperaba oír desde hace mucho tiempo: "no tenés ninguna patología. Sé que estás pasando por un momento muy feo, que estás sufriendo, pero no tenés nada." No sabía cuál debía ser mi reacción, si estar feliz porque al fin me confirmaban que NO ESTABA LOCO o un poco decepcionado porque de ahora en más ya no tenía ninguna excusa ni ningún pretexto para jugar al maniático ni al bipolar ni al que hace ataques de histeria en medio de la calle...
Seguí viéndola un par de veces más, le mostré algunas de las cosas que había escrito, le mostré el libro que había intervenido y se dió cuenta de que uno de los textos hacía referencia a Bowie y me contó que le encantaba Bowie. Me dió pautas para que pudiera tener un mejor sueño, sin drogas. Realmente disfrutaba de las charlas con ella más que con mi terapeuta. Pero todo llega a su fin. Eventualmente me dijo que, como ya mi problema de sueño estaba mejorando, no era necesario que continuasemos con la consulta. Creo que sentí como si fuese una especie de break-up. Cuando en realidad lo que me estaba diciendo era "pibe, no estás loco, ponete las pilas con tu vida". Hay en ese lugar mucha gente que realmente necesita asistencia psiquiátrica y dependen de una pastilla para dejar de sentir todo el ruido que hay dentro de sus cabezas o porque necesitan balancear un desequilibrio químico en el cerebro. Yo no necesitaba eso y ella necesitaba ocuparse de otros pacientes.
Le agradecí mucho, de corazón. Y a la semana siguiente le regalé un pequeño libro de Bowie que tenía en mi poder de los años '70s que había comprado hacía un tiempo, ya no recuerdo dónde.
Creo que se puso muy contenta.

Efecto tetris


Según Wikipedia, el efecto tetris es "la habilidad de cualquier actividad, a la que una persona haya dedicado suficiente tiempo, de controlar los pensamientos, imágenes mentales y sueños del individuo. El nombre del efecto proviene del juego tetris; gente que juega al tetris por mucho tiempo, se da cuenta que termina pensando como acomodar diferentes formas que se encuentra en el mundo real, como por ejemplo edificios o baldosas. . En este sentido, el juego del tetris es como una forma de hábito. También estas personas pueden ver formas cayendo en los costados de su campo visual, en lo que se llama visión periférica, o también al cerrar los ojos. En este sentido, el efecto es una forma de alucinación. "

A veces, creo que algo de eso me pasa con vos. Aún mucho tiempo de haber terminado con vos, mi cabeza sigue pensando en vos, generando situaciones con vos, mil situaciones posibles, como tratando de resolver algo. Te veo de repente en algún lugar, en alguno de esos lugares donde estuvimos, en el bondi bajando cuando yo estoy subiendo, cuando me voy a la cama y trato de cerrar mis ojos, tu cara está ahí; tu cara y tu sonrisa, tu sonrisa perfecta y escucho tu risa...tus pequeños ataques de risa...y creo que también siento tu olor...a veces creo que lo siento, por ahí.
Me quedo loopeado, como un pelotudo, pensando en vos, como tratando de resolver algo que ya no tiene sentido resolver.
Dicen que el efecto tetris también se da con otros juegos. Al momento, a mí sólo se me dió con el tetris...y con vos.

martes, 27 de diciembre de 2011

Una voz en el teléfono...

Un llamado, un mensaje de texto, un inbox, un comentario en una foto, un like en mi estado de Facebook, un zumbido en mi ventanita de msn...un puto HOLA, COMO TE VA?
A veces yo también espero algo así.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Cuando dormí(a)s

No sé por qué hoy me acordé de tu expresión cuando dormías. Te dormías enseguida me acuerdo, cosa que yo nunca pude hacer. Parecías un nene, un nene que, después de hacer un montón de travesuras, se dormía tranquilo en su cama, soñando con mundos inexistentes llenos de colores, o quizás con que volabas o que eras perfecto, o que alguien te amaba de verdad, no sé; ¿con qué soñabas?, ¿acaso soñabas con él?, ¿te visitaba en sueños? ¿estaba al lado tuyo cuidándote cuando te dormías?, quizá por eso te veías tan tranquilo, tan sereno, tan imperturbable.
Yo temía hacer el menor ruido mientras te miraba. Te miraba encantado, sonriente. A veces te corría el pelo de la frente, despacito despacito, pero vos no te inmutabas en lo absoluto, seguías por ahí...volando...o amando.
Me encantaba verte dormido ahí, en mi cama. Creo que se me olvidaban muchas cosas que pasaban por mi cabeza cuando te veía así, dormido.
¿Él te espía mientras dormís? ja, que tonto...¿cómo vas a saber?
Quizás alguien también me espió a mí mientras dormía, no sé, ninguno nunca me contó.



X X X ME



¿Celibato impuesto?. ¿Celibato elegido?. ¿¡Celibato!? Célibe es aquel que eligió la soltería como modo de vida. Pero eso hoy no tiene nada que ver con el hecho de tener o no sexo.
Sí el amor es algo que nos impusieron desde chicos como algo que debemos encontrar en la vida para ser felices, el sexo es, desde que somos conscientes de nuestra propia sexualidad, algo que muchas veces sentimos que también nos es impuesto, como algo que debemos hacer para no ser vistos como seres "raros", "asexuados" o "mojigatos". ¡Dios nos libre-si es que por ahí anda dando vueltas- de quedar como unos reverendos boludos por no tener compañero/a sexual! ¡Por no saber de qué hablan nuestros "pares" cuando hacen alardes de sus proezas sexuales ante todos los demás!¡Dios nos libre de la virginidad y del escarnio que implica no tener sexo en una sociedad que constantemente nos bombardea con imágenes softcore en propagandas de helados o gaseosas o en comerciales de desodorantes que nos hacen creer que si usamos sus fragancias vamos a convertirnos en dioses del sexo con más amantes de los que podríamos manejar!
Coger es imperativo en esta sociedad. Coger para saciar nuestra propia necesidad de placer y para no parecer un lelo y tener de que hablar en una reunión con amigos. Siempre se habla de sexo con amigos; no hay cosa más importante que el sexo, ¿tal vez el dinero? ¿o el fútbol?...mmm no sé, a mi el fútbol no me gusta.
¿Quién no ha tenido un período de tiempo en el cual no se ha tenido nada de sexo y se ha sentido menos que el resto? Menos atractivo, menos afortunado, menos dichoso por no tener sexo.
Si el amor nos salva, el sexo...¿qué hace el sexo? Ah, bueno...favorece la circulación sanguínea, quema grasas, segrega sustancias como la endorfina que es un calmante natural, la oxitocina que ayuda al buen estado emocional en general, las feromonas que ayudan en el proceso de atracción sexual, haciéndonos mucho más atractivos...y deseables. Además de que es bueno para el stress, la piel, el pelo, los huesos, el corazón, el sistema inmunológico, la mente etc. ,etc., etc...

Sí, el sexo es bueno...eso también me lo contaron y lo pude comprobar por mí mismo. Pero creo que también hacemos demasiado escándalo por el sexo. El sexo está tan sobrevaluado de repente. Tanta gente buscando sexo, queriendo sexo, queriendo un cuerpo que abrazar, que poseer por unas horas, por un rato, por un momento. Sexo casual, sexo express, sexo de una noche, ¿sexo virtual?. SEXO SEXO SEXO

Imagino que cada quien tiene su propia visión del sexo, de lo que significa, de cómo obtenerlo, de quien obtenerlo, de cuanto tenerlo, de cómo gozarlo.
Creo que a estas alturas yo ya olvidé de cuál era la mía...

viernes, 23 de diciembre de 2011

Amor.

(Del lat. amor, -ōris).

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.

3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.

4. m. Tendencia a la unión sexual.

5. m. Blandura, suavidad. Cuidar el jardín con amor

6. m. Persona amada. U. t. en pl. con el mismo significado que en sing. Para llevarle un don a sus amores

7. m. Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.

8. m. p. us. Apetito sexual de los animales.

9. m. ant. Voluntad, consentimiento.

10. m. ant. Convenio o ajuste.

11. m. pl. Relaciones amorosas.

12. m. pl. Objeto de cariño especial para alguien.

13. m. pl. Expresiones de amor, caricias, requiebros.

¿Cuál es la definición del amor según la Real Academia Española que sienten que es la que adapta mejor a su experiencia personal? ¿Acaso la número 1? ¿La 2? ¿O la 4?.

Amor, amor, amor. Qué palabra tan usada, y tan gastada de repente. Está en todas partes, todos quieren AMOR. La vida es una búsqueda constante del amor, del GRAN amor, del amor para toda la vida, del amor eterno. Cuando no lo tenemos o cuando lo perdemos, lloramos por amor, sufrimos por amor, nos enfermamos por amor, sentimos nuestro corazón y nuestro cuerpo abatidos por la pérdida o por la ausencia del amor. Pero, cuando lo conseguimos, cuando lo tenemos de nuestro lado, el amor nos hace fuertes, invencibles. Podemos vencer cualquier adversidad si tenemos amor en nuestra vida. El amor nos llena de esperanza y de fe en la Humanidad, nos hace creer en cosas que antes nos parecieron imposibles o incluso estúpidas.

Pero existen muchos tipos de amor. No es lo mismo el amor de una madre al de un padre, o de un hermano o un amigo. No. Cuando nos referimos al AMOR, hablamos del amor romántico. Sí, el romance, eso es lo que buscamos. Nuestro compañero de para el resto de nuestras vidas- o al menos por algún período de tiempo un poco más corto-,besos, abrazos, caminar de la mano, prometer amarnos siempre, infectados por al amor en nuestros corazones, empapados de felicidad. ¡Por fin logramos vencer a la soledad!, ¡Hay alguien que nos quiere!, alguien que va a estar a nuestro lado siempre, para hacer que todo el dolor, que todo el miedo que sentimos se vayan. Para cuidarnos cuando estemos enfermos, para disfrutar de la prosperidad cuando llegue…

Pensé tanto en el amor en un momento de mi vida. En la idea del amor y del romance que tenía en mi cabeza, producto que todas esas películas melosas y telenovelas mexicanas –o portorriqueñas o venezolanas- de esas canciones de amor y felicidad y de corazones rotos y sufrimiento y de algunos libros que leí en mis épocas de estudiante y de acné juvenil.

Yo también quería mi historia de amor, un romance, una persona con quien compartir mi vida, mis temores, mis sueños. Alguien que me abrazara cuando me sintiera desprotegido, que me diera mi primer beso, alguien con quien perder mi virginidad, y que nos descubriéramos desnudos por primera vez y nos sintiéramos avergonzados.

Sí, quería toda la novela, todo el combo en el menú del ROMANTICISMO. Nunca llegó ese gran amor, esa gran historia de amor que esperaba ansioso. Fui infeliz mucho tiempo por esa razón. Calculo que como muchos adolescentes. Es una etapa bastante difícil de la vida como para eso agregarle el hecho de sentirse feo y rechazado por no tener alguien al lado que nos llene de palabras de amor y cariño y toda la bullshit que nos vendieron.

Hacemos mucho escándalo por el amor en mi opinión. Le damos muchísima importancia. YO le dí mucha importancia a todo ese asunto. Tanto que ahora me encuentro escribiendo sobre el amor, sobre el romance, sobre la idea que tenemos sobre el romance, sobre corazones rotos, sobre canciones de amor grabadas en un cassette TDK que se deformaron con el paso del tiempo, quizás como ese amor por el que tanto sufrimos en una época.

Ay amor!!! HAY AMOR!!!

jueves, 22 de diciembre de 2011

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Muerte súbita




"Oh, but now that you are gone
I just know that everything is wrong

Don’t leave me alone now…."

Querido amor que no prosperó (un break up ficticio)

¿Por qué me atrevo a escribirte ahora?, pasó tanto tiempo desde que nos vimos por última vez. ¿Cuándo fue?, creo recordar cada detalle de esa ocasión; tu llanto, mis reclamos, la certeza de ambos de que todo se estaba terminando ahí, en ese preciso momento, en ese McDonald's de mierda, con olor a hamburguesas y papas fritas y desodorante para piso.
Hacía frío, no tenía puesto más que una camisa de franela cuadrillé color verde. Vos tenías puesto el suéter que te había regalado para tu cumpleaños, que había sido en junio. Dijimos todo lo que teníamos que decirnos y salimos de ahí. La despedida fue más que torpe. Tratamos de poner la mejor cara dada la circunstancia pero fue más que inútil. Después de ese adiós no te iba a volver a ver nunca más. Nuestro romance había durado 11 meses, 15 días y...no sé cuantas horas. Ni siquiera habíamos llegado al año de relación y yo estaba destrozado. Te miré mientras cruzabas la calle para meterte en la estación del subte. Yo me estaba cagando de frío con mi camisita verde y la sensación de soledad y desolación que me invadieron en ese momento hicieron que sintiera que estaba en la Artártida. Me quedé ahí, mirándo fijo la entrada del subte largo rato, llorando como un boludo mientras la gente pasaba rápido, tratando de resguardarse de la tormenta que se avecinaba.
Cuando llegué a casa, el silencio que había en las habitaciones me pareció ensordecedor.
Me tiré en mi cama. Llorando me la pasé ese puto fin de semana. Miraba constantemente mi celular, por si de casualidad había algún mensaje de tuyo-cuando en realidad había una parte de mí que no quería verte más-y sólo me levantaba de vez en cuando para tomar algo de agua porque estaba totalmente deshidratado de tanto llorar.
¿Qué había pasado? ¿Por qué ya no estabas al lado mío, en mi cama, mirando Los Simpsons, cagándote de risa conmigo? ¿Por qué, de repente, no tenía a quien cocinarle, a quien tocarle las orejas cuando estaban frías, a quién esconderle los puchos porque detestaba el olor del cigarrillo...?
Repasé en qué había fallado yo, en qué habías fallado vos, en que habíamos fallado los dos. Mi soberbia, tus caprichos, mi trastorno de ansiedad, tu costumbre de no decir las cosas importantes cuando había que decirlas. Todas esas cosas que derivaron en peleas cada vez más fuertes, donde mi voz y mis gritos se anteponían ante mi raciocinio y en las cuales vos te ibas porque no podías soportar la situación y donde yo me quedaba pateando algún mueble que se interponía en mi camino.
¿Eso era amor? ¿Eso era el cariño que nos teníamos? ¿Eso era lo que los dos queríamos para nosotros? No sé parecía a todo lo que nos habían enseñado sobre el amor, sobre una relación, sobre el querer a otra persona. Maldije esa puta palabra: AMOR. ¿¡ Amor!?, no era más que una mierda que nos vendían como caramelos para tenernos regulados y estupidizados y no pensar en las cosas que de verdad importaban. Maldije a todas las parejas del mundo que eran felices y que se daban besos en la calle y se sentaban juntas en el bondi mientras yo escuchaba un playlist de canciones oscuras y sombrías en mi mp3. Odié todo lo relacionado con el amor, con el romance, con la biopolítica de la familia feliz. El romance no existía, el amor se había muerto en mi corazón; el amor era una mentira, una puta mentira, la peor mentira de todas las que me habían contado...y yo me la había creído, me la había morfado entera!!!
Me cerré a conocer a cualquier persona. No cogía con nadie. Cuando estaba caliente me pajeaba furiosamente viendo alguna película porno de la más hardcore, recordando como sufrías, como gozabas cuando yo te hacía algo así; lloraba como un estúpido, sentado frente a la compu con los pantalones bajos y la wasca en mi mano.
Fueron meses fríos de invierno, pero poco a poco las cosas fueron pasando. El calor empezó a sentirse en la ciudad nuevamente. Curiosamente quise empezar a salir. Empecé a conocer gente, aunque no todos eran potenciales candidatos. Hablé con gente muy interesante, y con giles de cuarta, pero al menos empecé a coger. Comencé a trabajar en algo que por fin me gustaba de verdad. Incluso aumenté unos kilos que no me quedaron nada mal.
No falto oportunidad en la que escuchaba algo por ahí y que me hacía acordar a vos, o pasaba por alguno de esos cientos de lugares de Buenos Aires por donde habíamos estado y lloraba como un pelotudo, ahí, en el medio de la calle.
Con el pasar de los meses conocí a un chico, con quien estuve algún tiempo y supe que no estaba listo para volver a estar con alguien, pero esta vez el break up no fue doloroso; quizás porque en realidad no me había involucrado en lo absoluto con el asunto.
En este tiempo aprendí a disfrutar más de mi soledad, de mis amigos, de las cosas que me gustaban pero que por cierta razón nunca tenía la oportunidad o las ganas para hacerlas. Tengo idas y venidas, pero estoy mucho más consciente ahora de lo que me pasa de lo que estaba en esa época.
Creo que ahora sé por qué me atrevo a escribirte después de tanto tiempo. Aunque este mensaje jamás sea enviado y vos en realidad nunca lo leas, quería decirte que, a pesar de todo lo mal que lo pasé después de que lo nuestro terminara, me di cuenta de que me habías enseñado un montón de cosas buenas, cosas que en su momento pasé por alto-quizás por mi tendencia a creer que lo sé todo (?)-y que a la distancia me sirvieron de mucho. Y, además, tengo en mi cabeza un montón de buenos recuerdos juntos; tantas risas, tantas noches de alcohol, tantas lugares que descubrimos juntos, tantas charlas interminables...
Creo que nunca podría ser tu amigo, jamás. Tampoco podría volver a coger con vos, no me interesa para nada. Pero sé que, si nos llegamos a cruzar algun día de estos por alguno de esos lugares que frecuentábamos, sabré que vos también estuviste acordándote de mí. Y me encantaría saludarte y darte un abrazo muy fuerte-muy fuerte- y preguntarte qué estuviste haciendo en todo este tiempo.
Espero que vos también quieras darme un gran abrazo, por los recuerdos que tenemos en común y las veces que nos hicimos reír y las noches que pasamos juntos. Y, si no es por eso, al menos, por tratar de ser amable con alguien que todavía se acuerda de vos.

The Organ, Love, love, love

martes, 20 de diciembre de 2011

¿Vas a leerle a él algún cuento del libro que yo te regalé? Tratá de tener un diccionario cerca a ver si no entiende alguna palabra...

lunes, 19 de diciembre de 2011

Ay Amor!...Hay Amor!!!




¿Cuántas veces espere sobre el teléfono, hijo de puta? Ojalá hayas sentido lo que sentí yo, esperándo que me llamáras, como un boludo...(ellos saben quienes son)

Vos y yo podemos escribir un romance malo


Amor! amor! amor!
Coqueteo, flirteo, galanteo, conquista.
Romance, noviazgo, idílio, amorío...
Relación, convivencia, concubinato...
Matrimonio...matrimonio!? Día de bodas, vestido blanco. Algo nuevo, algo viejo, algo prestado, algo azul. Iglesia, santos estupefactos mirando el espectáculo del amor, impasibles. Llanto, lágrimas de emoción. Anillos, dedo anular- los griegos creían que el dedo anular estaba directamente comunicado con el corazón-, juramento, promesa: "en la salud y en la enfermedad"-como en las películas- amor eterno; bendición, beso, alegría.
Fiesta, vals, comida fría, champagne que no es champagne, carnaval carioca, serpentina, ligas.
¿Qué viene después de todo ese largo proceso? ¿Más amor? ¿Los hijos son la mayor expresión de ese amor? ¿Los que no tienen hijos se quieren menos?
¿Cuánto dura el amor? ¿Hasta que la muerte los separe? ¿Hasta que alguien más los separe? ¿Hasta que la plata los separe? Mis papás no se divorciaron porque eran pobres...
Separación, rompimiento, divorcio.
Dolor! Dolor inmenso! Dolor eterno! No hay peor pérdida que la pérdida del amor.
Pero, ¿en todos los casos hay dolor?, ¿es siempre trágica la separación?, ¿por qué de pronto tanta divagación?, si nunca me voy a casar. No todos los romances terminan en el altar.
La pregunta quizás sería- en mi caso- ¿creo en el amor?, ¿creo en el ROMANCE?. ¡Qué palabra tan de revista femenina, tan de novela mexicana con nombres dobles que se pronuncian como uno solo entero!
La cosa es que estuve pensando tanto en el amor, el AMOR, el AMOr (como dice Juanita), en el romance, el que nos inventamos, el que nos venden en todos lados. Novelas rosas, Corin Tellado, Verónica Castro, Arnaldo André...
Tantas noches que sentí que mi corazón iba a morir de soledad, que mi cuerpo nunca iba a conocer el calor de otro hombre, los besos dulces y tiernos de un novio afable, afectuoso. Queriendo ese amor que me sacara de mi letargo, que me despertara a la vida, que me llevara fuera de este mundo ordinario y vacío, lleno de soledad y tristeza. Alguien que me profierese palabras de amor, caricias, sexo...el infaltable sexo, consumación máxima del amor, el amor hecho carne.
Y cuando todo eso llegó, cuando tuve la frase de amor, el beso del afable novio, el sexo de mi inagotable amante...nada de eso que esperaba sucedió. Él no me llevó a otro mundo de fantasía, no fue ese príncipe que esperaba y que Disney me vendió de mil formas difrentes- aunque todas heteronormativas-y que quería que me acompañara en todo momento, desde el más nimio y pequeño hasta el más crucial de mi vida.
Todos fueron personas comunes y corrientes, que hicieron lo que pudieron, que me enseñaron lo que ellos sintieron que necesitaban enseñarme, que me quisieron-un poco más un poco menos- y que trataron de sobrellevar mi tan cambiante y arrebatado humor.
Nunca tuve un romance de película, nunca nadie quiso morir por mí-por suerte, la culpa católica que hay dentro mío no me hubiese dejado vivir en paz-ni le cambié la vida a nadie, ni nadie me la cambió a mí. Solo fueron una serie de sucesos a lo largo de un determinado espacio de tiempo, en una determinada región de este planeta, inmenso, que no quedó registrado en los anales (ups) de la Historia y que a nadie más que a mí-y tal vez un poco a ellos- le interese.
Sólo las hojas de mis cuadernos Rivadavia son testigos de todo lo que nunca pude decirles, de todas esas conversaciones que tuve en mi cabeza con ellos, de todas las cosas que alguno de ellos me contaron, de los secretos que me confiaron, de lo que yo alguna vez pensé de alguno pero que jamás me atreví a decirles en la cara. Todo está escrito en esas hojas, con una caligrafía desordenada y desprolija a veces, y más pulcra y prolija en otras. Ahí está, todo lo que ellos provocaron en mí, para el que quiera saber que pensaba yo en realidad de ellos.
Dudo que alguno esté interesado en leer a esta altura...

domingo, 18 de diciembre de 2011



"El se comió mi corazón y después se comió mi cerebro..."

El amor es lo que vos querés


Tracey Emin, Love is what you want

Love, love, love

¿Cuántas historias de amor nos vendió la tele y el cine y la música y el arte? La literatura está llena de historias de amor, desde las más banales hasta las más trágicas, pasando por las cómicas o las más anodinas.
Cómo nos morfamos todas esas ficciones de cuarta-unas-o un poco mejor escritas, pero que al fin y al cabo terminan siendo lo mismo. ¿Qué diferencia termina habiendo entre una canción de Chayanne cantando sobre la desesperación de estar un día sin la persona que ama y Romeo en el balcón diciéndole a Julieta que sería mejor estar muerto si no tiene su amor? Sólo unos siglos de diferencia y un vocablo un poco más rebuscado. Sí, muchos me odiarán por haber comparado a Chayanne con el excelso Shakespeare, quizá no tenga la autoridad para hacerlo, ni los títulos universitarios, ni el conocimiento en profundidad de la obra de Sir William, pero el tema del amor, de la necesidad de tener al ser amado, de no soportar la vida sin el amor del otro es algo que une a muchos artistas que no tienen, en principio, nada que ver entre sí.
El amor los une a todos, o el desamor; pero, antes, para que exista el desamor, tuvo que haber amor. Y los artistas adoran el amor/desamor. El cine adora el amor. Romanticismo barato, historias épicas de amor, historias de amor imposible, interraciales, homosexuales, heterosexuales, transgéneros. Amor entre la Realeza, amor entre gente común y corriente. Películas mudas de amor, en blanco y negro. Musicales acerca del amor, en Technicolor. Mujeres sufridas, pálidas, de labios carmín y peinados a prueba de balas. Hombres recios, masculinos, de bigotes y pelo con gomina. El amor a primera vista, el amor eterno, casi casto incluso. Amor y matrimonio, amor prohibído, amor incestuoso, perverso, doloroso...hay mil formas de amor en el cine.
Y las novelas, y las canciones de amor y del triunfo del amor ante la adversidad y letras que hablan de corazones rotos y que de seguro vamos a escuchar cuando alguien también nos rompa el corazón a nosotros y por fin entenderemos qué es lo que se siente.
Ayer vi un sticker en la puerta del bondi con la palabra amor y me pareció gracioso. Todos hablamos del amor todo el tiempo...pero ninguno sabe muy de qué se trata. Todos lo queremos-¿todos?-pero ninguno está muy al tanto por qué.

"Al inundarse el cerebro de feniletilamina, este responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), de norepinefrina, y de oxitocina (que además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser un mensajero químico del deseo sexual), y el comienzo de la accción de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado."

Esa podría ser una explicación científica bastante aceptable y razonable, pero...quién va a recordar todos esos nombres de hormonas tan complicados?. Lo vimos en las películas, en las novelas, en las canciones de rock y pop y hasta en el punk de The Ramones. En la literatura o mismo en los videojuegos- ¿quién no se pasó tres horas tratando de rescatar a la princesa Peach en el Super Mario?, si eso no se llama AMOR no se qué es- nos hablan de amor y romance y cupidos rechonchos y culones con flechas y nubes de color rosa y arco iris...
Todo es más lindo con el amor, ¿no?. Al menos eso es lo que me contaron...



Tu cuello se veía demasiado blanco, demasiado perfecto...tenía que morderlo.

jueves, 15 de diciembre de 2011

La batalla de los sexos

"Yo no me imagino un mundo gobernado por mujeres. Porque lo que tenemos nosotras en la cabeza es vestidos, y cortinas y manteles, y botas de Dior, y carteras de Gucci, y pañuelos de Hermès y relojes de Cartier, y bolsos de Vuitton, y tapados de leopardo y de ocelote y de potrillo y de visón y de chinchilla y de martas, y pulseras de platino y collares de esmeraldas y aros de cualquier cosa que sea carísima, y perfumes franceses, y alfombras persas y jarrones chinos y por favor me muero si me falta un biombo lacado también chino, y muebles antiguos coloniales si es una casa de campo. ¿Qué más tenemos en la cabeza las mujeres?"

Fragmento de "Pubis Angelical", Manuel Puig, 1979.

La realidad apesta


Siempre había detestado que Winona Ryder se quedara con Ethan Hawke en el final de "Reality Bites", pero hoy, después de muchos años de volver a ver la peli, me encantó el final. Incluso me gustó él cuando vuelve y ella lo ve con su trajecito color marrón y su carita de perro triste. Historia de amor + final feliz. Only in the movies, pero es por eso que las miramos, ¿o no?, porque "la realidad apesta"

Y la canción del final me encanta.

Castillos de Cristal




Si me pierdo, no me encuentres
Si salto, dejame hundirme
Horas de sueño desperdiciadas. Chats interminables con potenciales novios/amantes. Palabras y frases de levante que se escapan libremente del teclado y de mi cabeza y que no sabemos si hay alguien que realmente las lee del otro lado de la pantalla. Ni siquiera importa.
Té negro. Cafeína. Canciones de amor y desamor.
Porno. Paja. Semen.
Un arbolito de Navidad pedorro, vestido con guirnaldas de colores que no combinan entre sí. Luces de colores que se apagan y prenden muy rápido. Recuerdos de una niñez que está muy lejos ya y que sin embargo siguen centelleando en mi cabeza, tan rápido como esas lucecitas de colores Made in China.
Mañana (mañana ya es hoy) tengo que despertarme temprano, pero mi cabeza tenía que joderme con divagaciones de lo más inútiles.

¿Acaso me importa que él no guste de mí?
¿Qué es un pasivo masculino?
¿Él se habrá sentido tan rechazado como yo cuando era chico?
Tantos mensajes en Manhunt que no me interesan...

A veces pareciera que quisiera un novio para jugar a la mamá y cuidarlo cuando se siente triste y desprotegido.
Y él no volvió a llamar. No volvió a escribir. No volvió a colgar ningún video más en mi muro de Facebook.
Y el maldito reloj que acorta cada vez más mis horas de sueño. Y en mis auriculares suena esa canción que había olvidado que me gustaba tanto cuando era un adolescente. Quería ser tantas cosas en esa época, tantas cosas que al final no fuí. Ahora creo que solo me preocupa ser una sola cosa: YO.
Lo peor creo que ya pasó. ¿Hubo alguna vez algo que sea tan malo, tan terrible? ¿Estaba viendo en realidad lo que pasaba a mi alrededor?
Sonrisas que tapan lágrimas y aplacan fríos días de invierno. Siempre hubo alguien a quien contarle todo el ruido que pasaba por mi cabeza, siempre hubo alguien quien pedirle un abrazo.
Pero fue gracias a aquellas personas que no quisieron escuchar, que no quisieron darme un abrazo, que no quisieron darme un beso o caminar de la mano conmigo por un parque que empecé a apreciarme un poco más a mi mismo cada día. Es gracias a ellos que descubro que soy una persona interesante y que tengo muchas cosas que me gustan de mí.
Gracias, me salvaron de ser un mediocre al quedarme al lado de alguien como ustedes.
Gracias a ustedes empiezo a gustar de mí. ¿Narcisismo?, no lo creo. Y si fuese así, ¿a quién le importa?

miércoles, 14 de diciembre de 2011

-Vos y yo
-¿Yo y vos?
-Sí...
-...
-Es de noche, hay grillos que cantan a lo lejos. No hay nadie más, sólo nosotros y ellos.
-...
-Y las estrellas, que nos iluminan radiantes y la luna que nos observa...redonda, clara, resplandeciente.
-...
-Te acaricio la cara, que bajo la luz de la luna parece salida de un cuadro de Hopper o Alex Katz
-...
-Te beso, nuestros labios de van fundiendo de a poco. Siento tu respiración mientras nos besamos. Te agitás cada vez más mientras mis manos recorren tu cintura. Paso una mano debajo de tu camisa, siento tu piel suave, tibia...
-...
-Te miro de pronto a los ojos, me sonreís con ellos. Me piden que no quite la mano de donde está ahora.
-...
-Te sonrojás al ver mi sonrisa...sabés lo que sigue. No oponés resistencia.
-...
-Mi boca ahora recorre todo tu cuerpo. Mis manos acarician tu pelo, mis labios besan tus ojos cerrados. Nos fundimos, tirados en el pasto nos hacemos uno.
-...
-Luego, cuando terminamos, te beso otra vez, y ese beso parece durar una eternidad. La luna nos sonríe cómplice.
-...
-Te confieso mi amor eterno mientras los grillos cantan a lo lejos...parece como si ellos también lo supieran y cantan felices.
-Me encanta cuando te ponés absolutamente cursi. Te amo hasta el cielo
-Yo también te amo, amiga hermosa.


Canciones depresivas que me encanta escuchar

sábado, 3 de diciembre de 2011

Lo que quería y lo que quiero

"Quiero ser como todos los demás. Tener un trabajo y ganar plata y tener una casa con un perro y quizá plantas, muchos libros en una repisa y mucha música para hacer el soundtrack de mi vida.
Quiero un novio normal, uno que me guste de verdad, que se quede a dormir en mi cama y tomemos cervezas un sábado a la noche mientras comemos una pizza y vemos una película tonta en la tele.
Que se ría de mis chistes (me encanta hacer reír a alguien cuando me gusta) y me haga reír a mí. Que salgamos los domingos a caminar o quizá me lleve al cine. Que me regale cualquier estupidez desde lo más profundo de su corazón.
Que salgamos con amigos y que no se ponga mal si lo lleno de abrazos delante de ellos. Que conozca a mi familia y se quede a comer fideos con tuco.
Que sea bueno, dulce, leal, sincero, despierto, inteligente. Que tenga una linda sonrisa y unos ojos puros.
Que no se canse de escribir mi nombre, pero no me llame jamás por él.
Que hagamos alguna promesa tonta que sepamos que no vamos a cumplir, pero que la tomemos en serio por un rato.
Que me preste su campera una noche de frío, y que después cuando llegue a mi casa me pase horas oliendo su perfume.
Que me traiga golosinas y las comamos juntos sentados en el banco de una plaza.
Quiero que me ame por toda la eternidad, si es que debemos ponermos grasas y cursis y aprenderme todas las canciones de amor eterno en inglés y cantarselas en castellano, literalmente traducidas y desafinando. "

Pasó tiempo desde que escribí esas líneas en un cuaderno, herido por la ruptura de un amor que tenía los días contados desde que comenzó. Ya no sé si quiero un amor, un novio "normal" (no sé cuál era mi obsesión con esa palabra), una casa con plantas y perro...ya no lo sé.
Quiero gustarme yo, ser cada vez día más yo. Tener conciencia de qué me gusta a mí, qué me da placer. No quiero dar más vueltas, como un perro ciego, ahogándome en mi propio vacío.
Quiero gritar, quiero gritar fuerte y que todos escuchen. Tal vez no necesite gritar más, como antes, como cuando pensaba que nadie me escuchaba. Ahora muchos me escuchan, están atentos a lo que tengo para decir. Entonces, creo que es hora de que empiece a hablar con mi verdadera voz, para todo aquel que me quiere escuchar, pero sobre todo para mi mismo. Ahí de seguro todo lo que me molesta se va a empezar a acomodar...al menos, debería intentar.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Quiero un chico para mi cumpleaños





Me encantaría!

Placebos

The very thought of you

Bailando solo en la terraza, escuchando a Billie cantar en mi mp3:

"I see your face in every flower
Your eyes in stars above
It's just the thought of you,
The very thought of you, my love"

Me hacés falta vos nomás. Para bailar y hacer el ridículo en mi terraza.

Los dos borrachos con vino, el vino nos pone juguetones. Nos reímos de cosas tontas, hago chistes tontos que vos celebras con risas, me encanta hacerte reír. Es de noche pero todavía hace mucho calor. Me servís una copa más de vino, ya es como la sexta. De repente cabeceo y vos me mirás, sonriendo. Me pasás la mano por la cara y tratás de correr un mechón de pelo que cae sobre mi frente. El disco que pusiste hace un rato es un poco aburrido, pero no me importa. Nos sentamos en el piso, hace demasiado calor para el sofá de cuero.
Me acerco, de a poco, comienzo a besarte en la mejilla. Lo hago muy despacito, como si estuvieses dormido y no quisiera despertarte. Me mirás, tu sonrisa me parece hermosa. Te reís, nervioso. Me encantás, quiero comerte entero. Te agarro la cara, con ambas manos, y empiezo a besarte. Quiero devorarte. Nos tiramos en el piso, a pesar del calor me avalanzo sobre vos.
No hace falta contar la parte donde te recorro por todos lados. Mis manos y mi boca juegan libremente por donde se les place. Entre la borrachera y la calentura te susurro cosas al oído mientras te voy haciendo mío, muy de a poco.
El calor de la noche ya no importa mientras descansamos desnudos en el piso escuchando ese disco que ya no me parece tan aburrido. Te observo mientras descansas. Me encanta verte tan tranquilo. Paso los dedos por tus labios muy suavemente, tratando de no despertarte. Recorro tu nariz y tus cejas. Abrís los ojos y me sonreís. Te levantás a buscar más vino que para ese entonces ya se acabó.
Desearía no irme pero tengo que hacerlo. Lo pasé tan bien. Quiero volver a verte. Un extraño miedo me invade al pensar que no vas a volver a llamar. Pero es normal, me pasa todo el tiempo. Creo que tengo que trabajar un poco más en mi inseguridad.
Cuando me voy, trato de no parecer muy emocionado. No quiero que te des cuenta que me encantaste. No quiero que pienses que soy raro, después de todo es la primera vez que nos vemos.
Cuando llego a casa tengo un mensaje de texto tuyo. "También es mi canción favorita". Pienso y recuerdo que te canté esa canción de The Smiths que tanto me gusta mientras estabas medio dormido.

"Life is never kind, life is never kind
Oh, but I know what will make you smile tonight..."


Me voy a la cama sonriendo, sabiendo que vas a volver a llamar


En una oportunidad quise que fueras mi gran amor. Pasó tanto desde entonces. Creo que nunca estuve seguro de lo que eso significaba, creo que tampoco lo estoy ahora. Quizá solo quería tener a alguien al lado mío. Cuando todo terminó quise reemplazarte enseguida, buscando cariño en personas a las que no le interesaba en lo absoluto ni ellas a mí. Quise que otro ocupara tu lugar inmediatamente, necesitaba llenar pronto ese vacío que se había provocado con tu partida. Quise olvidarte rápido, no sentir más ese dolor enorme que me había dejado tu ausencia. No escuchar más el ruido que había en mi cabeza.

Intenté buscar a alguien en internet. Toda esa basura virtual no funcionó. Ésas relaciones de mierda que duraban apenas unos días, ésos boludos que ni me hablaban cuando estaba conectado como un boludo todo el dia en el msn, chabones con serios problemas existenciales o traumas provocados por madres sobreprotectoras, egomaníacos que solo buscaban coger con un clon de ellos , los que que querían sexo express , los que no querían sexo express. Y a ninguno de ellos le interesaba, ni ellos a mí, los encontraba absolutamente aburridos y abúlicos. Todo eso era un placebo, algo que usaba para sentirme menos solo, para llenar el vacío gigante que siento desde hace mucho, al menos por un rato, al menos por unas semanas, al menos por unas horas.

Y yo tenía ganas de que alguien me llamara por teléfono a la noche, como él lo hacía, y me preguntara cómo estuvo mi día o qué me había reir. O que me dejara el video de una canción cursi en el muro de mi Facebook. Pero nada de eso sucedió, entonces sobrevino la ansiedad y el insomnio y la mierda y la soledad y las pastillas y el alcohol y la violencia mental. Y me sentí mal conmigo mismo por no poder estar con alguien más, pensando que eso me iba a completar, pensando que eso me iba a hacer sentir mejor conmigo mismo. Y luego de todo eso llegó el cansancio y el hartazgo y el asco y las ganas de mandar a todos esos putos de mierda bien a la mierda.

Supongo que sentía deseos de encajar y querer ser normal (alguien me dijo que la normalidad no existe), querer ser común (no soy común y ahora lo sé y me da gusto), de tener una vida normal (de nuevo esa palabrita) ,tranquila (¿aburrida?), una casa (un hogar no es una casa, y siempre voy a tener un hogar) , un buen trabajo (esas cosas que nos metieron en la cabeza), un buen sueldo (el dinero tiene que ser una herramienta)…un novio (así no me siento aburrido) , un perro, plantas (no podría cuidar ni uno ni otro) , linda ropita (lo que elija va a estar bien porque tengo buen gusto) y buen soundtrack música de fondo (mis gustos musicales son exquisitos).

Viendo todo eso a la distancia no puedo creer toda la basura que me comí de la tele y de las películas de amor barato. Aún así, a veces siento deseos de tener a alguien a quien poder abrazar y despeinar de vez en cuando.