jueves, 29 de diciembre de 2011

Follow me into nowhere

Estos ultimos días estuve pensando mucho en que podríamos vernos alguna vez. No, no para nada en particular, sólo vernos, y charlar. Que me cuentes cómo te fue en todo este tiempo. Qué estuviste haciendo de tu vida. Si realizaste alguno de esos proyectos que con tanto entusiasmo me contabas mientras yo me iba quedando dormido...
Cómo pasaste la Navidad, cómo empezaste el nuevo año. Qué es lo más te obsesiona ahora, qué nuevo disco estuviste escuchando, qué nuevas dorgas estuviste probando. Prometo no espantarme cómo solía hacerlo.
Podemos juntarnos en cualquier parque y quedarnos debajo de algún árbol y fumar juntos un cigarrillo. No, no aprendí a fumar, pero puedo hacer como que sé y que te rías cuando el humo se me vaya para cualquier lado. Podemos tomarnos una birra, como si fuesemos adolescentes, del pico. Y reírnos de la gente que pasa, viendo lo rídiculos que son y pretender por un rato que no somos como ellos. Me encantaría escuchar tu risa una vez más.
Que me cuentes quién te rompe la cabeza ahora, y yo aparentar interés y sonreír cordialmente, y después mentirte y contarte que tengo un amante acá y otro allá, como cualquier otro haría en mí lugar.
Y cuando esté oscureciendo y sepamos que llega la hora de despedirse no lo hagamos de una forma tan aparatosa. Sólo "CHAU", como lo harían dos personas que van a volver a verse, aunque los dos sepamos que no va a ser así.
Si te gusta la idea, vos sabés dónde encontrarme. Si no lo recordás, lo vas a recordar cuando sea el momento. Yo también lo voy a hacer.

No hay comentarios: