lunes, 16 de enero de 2012

La era de los inboxs y las notificaciones


A veces creo que invento historias porque la realidad me aburre muchísimo. Siento tanto vacío alrededor por momentos. Hay veces en las que muero por hablar de algo interesante con alguien. Veces que el deseo de una buena charla es tan fuerte como el deseo de una buena cama. Irónicamente, ambas cosas me están resultando difíciles de conseguir.
Lo único que hay es paja, masturbación, onanismo mental. Histeria, por donde quiera veo histeria. Y mucha gente sola. Mucha gente tratando de buscar algo que los llene, algo que les de placer. Siguen creyendo que solo el sexo les va a dar placer, por eso hay miles de páginas de sexo y páginas para encontrar alguien con quien tener sexo. Pero hay tan poca charla. O al menos es lo que yo percibo a veces, puedo estar terriblemente equivocado.
¿Será que, acaso, estuve buscando en los lugares incorrectos? ¿Me meto justamente donde está toda esa gente vacía y estúpida tratando de encontrar algo de sosiego? Tratando de encontrar uno, UNO SOLO, que sea aquel con quien pueda tener una buena cama y, después de acabar, poder reírnos y charlar algo que sea interesante. Escuchar música, que me hable de las bandas que le gustan, de las películas que le interesa ver...de los libros (?) que disfruta leer. Sí, quizá estuve buscando en el lugar equivocado.
Pero, incluso saliendo, tuve esa misma sensación. No es sólo en la maldita red donde todo esto se manifiesta, aunque es ahí donde, a mí parecer, se muestra mucho más la miseria y la desesperación. En esos perfiles, patéticos, con fotos de actores porno y mintiendo no sólo en la edad. Pareciera que ya no es bueno ser uno mismo. Hay que volver a inventarse o a disfrazarse para conseguir alguien que nos dé...¿una hora de sexo?¿una fellatio? ¿una charla amable?. Me aburren los disfraces, quiero ver, de verdad, a la otra persona.
Es muy triste, en ocasiones siento que yo también fui succionado un poco por toda esa vorágine de estupidez y frivolidad. A veces, yo también espero que mi inbox de Manhunt tenga algún mensaje de alguien interesante. Alguien que, al menos, se atreva a escribir un :"Hola, ¿cómo te va?". O que alguien copado me agregue al Facebook, porque vió que nuestros gustos musicales y literarios coincidían y que me empiece hablar de la nada un día y nos quedemos toda la noche, charlando del querido Oscar, y del bucólico Moz.

Sí, creo que las historias que invento salen de ese vacío que siento, de esas ganas tremendas de encontrar alguien con quien compartir...algo, un rato. Realmente, no sé si eso es algo bueno, o algo muy malo.

5 comentarios:

Xtravaganza dijo...

Uno vive de las máscaras. Siempre existieron en todo momento, en toda etapa.
Solo que ahora en el anonimato te das cuenta que sos tan diminuto y reemplazable que tenes que conseguirte una vestimenta acorde para llamar la atención.
Todos somos seres imperfectos, carentes de aquellos que los demás tienen. El sexo es solo una excusa de volver a lo más primitivo y sentir el contacto de 2 sensibilidades. Tristemente esa unión se ve malograda por el miedo que se tiene del otro, pero de igual manera es el calor más cercano a esa incendio que podriamos de llamar amor.

Federico dijo...

Gracias por leer :)

Federico dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Romy dijo...

Fede!! se puede tener una charla hipermotivadora o superpasiva, como vos quieras, sin que haya cama de por medio.
Como siempre leyendote... Un saludito!
Ya llegarà el combo que necesitas!

baby jisas dijo...

Pensar que muchas veces me he sentido así, y luego pienso no es algo tuyo ni mio, federico. Muchos nos sentimos así. Con decirte que como la canción de Shakira (si yo sé -mal ejemplo-) dónde estás corazón?

Lo busqué hasta en un partido político, y misteriosamente lo encontré en el tren. Aunque hoy por hoy esté todo enrarecido, vivir eso no tiene precio.