martes, 28 de junio de 2011

5 a.m. , hace frío...mucho. Mi cama está abrigada con frazadas y viejos tapados que ya nadie usa. Aun así duermo con ropa. "Duermo", es una forma de decir. Solo me acuesto ahí, cierro mis ojos e intento conciliar el sueño, lo que me es imposible, ya que las voces de mi cabeza no me dejan dormir, es su hora de despertar.
Y el corazón que empieza a acelerarse más y más, haciendo que todo mi cuerpo este tenso. Intento respirar bien, inhalando y exhalando. Pareciera que eso me calma un momento, pero es solo una mentira, cuando creo estar relajado, con mis ojos cerrados y a punto de quedarme dormido, aparece esa sensación, como un ataque al corazón, como si me quedase sin respirar por un segundo, como si en ese momento, en ese mismo instante fuese el momento de mi muerte.
Y entonces me levanto, de nuevo agitado, nervioso.
Y vuelvo a la misma postura de antes: ojos bien abiertos en la oscuridad, la respiración agitada, esa sensación de angustia en el pecho, y mi cabeza llena de pensamientos que no me dejan en paz.
Y que hay en esos pensamientos? Bueno, estan él, siempre, yo, el hecho de que no tengo trabajo, el hecho de que no hago nada de mi vida, el hecho de que tengo 28 años, el hecho de que quiero estar donde están ellos. Me veo de afuera y veo a alguien que no avanza...que no hace nada. Alguien que está encerrado en un lugar del que no puede salir, no porque no quiera, sino porque no sabe bien cómo, aun cuando todos le dicen que él tiene la clave para salir de ahí.

Y el frío húmedo de esta ciudad hace que los techos y las paredes de la habitacion se llenen de humedad, de hongos horribles que me hacen mal. Y lo tiñen todo de un aspecto tan desesperante, tan paupérrimo.
Y yo sueño con salir de ese lugar, pero no puedo, estoy atrapado, estoy atrapado por mi cabeza, por esa sensación en mi pecho, por la inercia, por la abulia.
Y trato de dormir, pero sé que me dormire a la mañana, sabiendo que él se va a hacer presente, como siempre, y yo estaré en pijamas, y nos quedaremos en casa...como si yo fuese un enfermo y él tuviese que hacerme compañía. Como si viviese en una especie de loquero. Y no soy tan inteligente como para idear un plan para escaparme de ahí....

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